30 dic 2008

ENTRE EL CABALLETE Y MIL REMERAS

Rocambole, intérprete visual de los Redonditos de Ricota, presentó en Santa Fe una muestra con grandes pinturas y creaciones digitales. El artista plástico Ricardo Cohen llegó a Santa Fe días atrás para presentar su segunda muestra individual (la primera fue hace 10 años), en el Museo Municipal de Artes Visuales Sor Josefa Díaz y Clucellas. Como siempre, se pudo ver al público compartiendo una copa delante de alguna obra, o acercándose para interrogar al artista. Eso sí: las caras, las estampas y hasta las edades de los asistentes eran particularmente distintas a las habituales en las típicas vernisagges artísticas. También otras costumbres, como la tentación de sacarse una instantánea junto a las cabezas tridimensionales con la vela encendida que fueron inmortalizadas en la tapa y el booklet de “Luzbelito”. Lo que pasa es que Ricardo Cohen, el “Mono”, no es otro que Rocambole, quien puso el “arte visual” junto al “arte musical” de Skay Beilinson y Carlos “Indio” Solari, y al “arte de magia” de Carmen Castro (la Negra Poly, “la 9 milímetros”) para gestar esa entelequia que se denominó Patricio Rey, espíritu generador de Los Redonditos de Ricota. Así, con el nombre del criminal devenido en héroe, de la “Sota de Copas”, del convicto Nº 117, es conocido ampliamente por un público que trasciende al de la pintura. Cuando joven decidió que su faceta más popular iba a desarrollarse bajo el apelativo que usaba Joseph Fipart, el personaje de folletín creado por el vizconde Pierre Alexis Ponson du Terrail, que Roberto Arlt puso como protagonista en la obra “300 millones”, jactándose de los 40 tomos que protagonizó. De todos modos, Rocambole terminó devorándose a Ricardo Cohen, y su obra terminó volviéndose una e indivisible. Así, el artista-personaje devenido en generador de iconografías paganas aceptó el convite de Nosotros para charlar sobre esta exposición y sobre las particularidades de un trabajo que ya es parte del repertorio visual de la Argentina. ¿Qué períodos abarca esta muestra? Bueno, siempre trato de traer algunos clásicos porque los chicos quieren ver algunas cosas de las que fueron tapas o imágenes emblemáticas de los discos. Pero en general, en su mayoría éstas son obras bastante nuevas, de hace dos años o del año pasado, sobre todo las creaciones digitales: muchas de ellas fueron para los últimos discos de Skay Beilinson. Después las obras de gran tamaño también son bastante nuevas. ¿Cómo se maneja esto de estar entre la carrera de plástico y un público “diferente”? De unir lo popular y las “bellas artes”. Estamos en ese trabajo, en esa novedad: en transitar una extraña frontera entre el diseño, la plástica, el rock... Pienso que es una expresión de las nuevas tendencias del arte, en el sentido de la multidisciplinariedad: últimamente hay maridajes entre el video, la plástica, el diseño, las instalaciones, las performances, la danza, la música. Entonces empieza a volverse medio multimedial. Creo que transitando por esa frontera el público es así, heterogéneo. Nuevas tendencias, pero siempre en el camino de la figuración... Yo soy figurativo por una razón militante (risas). Paralelamente están el trabajo digital y el “analógico”. ¿Cuál es la búsqueda en cada campo? A mí me gustan las relaciones que se dan entre toda esta nueva cultura digital, todas las nuevas tecnologías, y la forma artesanal tan tradicional y tan cara para los artistas plásticos. Generalmente parto de un dibujo, lo escaneo y después a lo mejor lo trabajo adentro de la máquina, y no en pocas ocasiones lo imprimo y vuelvo a trabajar a mano arriba de la impresión. Entonces, es como que hay una constante relación. Me parece que las tecnologías digitales son una paleta nueva, más compleja, pero una paleta al fin: están dentro del maletín de herramientas. ¿Cómo se actualiza hoy el viejo debate entre el arte “de caballete” y el arte “en la era de su reproducción técnica”, como diría Walter Benjamin? De alguna manera he accedido de un modo indirecto (por un camino raro) a cierta popularidad; se lo debo a esa “pérdida del aura”, a la reproductibilidad técnica (risas). A mí me conocen los chicos por los cientos o miles de veces que se han reproducido mis dibujos a través de discos, pósters, remeras, incluso ahora a través de tatuajes: se lo ponen directamente sobre el cuerpo. ¿Qué se siente como artista ver la obra tan reproducida y, muchas veces, resignificada? Y, una sensación rara. Muchos compañeros en la docencia en artes plásticas, aquellos que trabajan en cárceles, me dicen que el tatuaje más reproducido en los pabellones es ese hombre con la cadena, que lo hice un día a las apuradas. Yo no sé si eso está bien o está mal; de todos modos me emociona ver cuando voy por la ruta, me pasa un auto y veo en la luneta que está el dibujo ese reproducido. Siempre es una sensación de emoción: “Esto lo hice yo, en una circunstancia X, y de repente la gente lo empezó a usar y se transformó en otra cosa; o sea que ya no es mío. Se transformó en una especie de marca, teniendo en cuenta que a las marcas no las quiero mucho (risas). “No Logo”... Es cuando escapa de tu manejo. ¿Qué más quieren los artistas que a sus imágenes las quieran y las usen?. Por otro lado está esa falta de control que uno llega a tener sobre su obra. Porque de repente veo que la usan los militantes contra la pastera de Gualeguaychú, otras veces la usan las organizaciones barriales; y también la he visto usada por el PC, o por el partido radical. Entonces, lo que digo es: “ya no es mía, es de la gente... que hagan lo que quieran”. ¿Qué temas son hoy los que lo impulsan a trabajar? Me impulsa que a mí me gusta dibujar: toda la vida, desde chico, dibujé y voy a seguir dibujando hasta que me muera, como cualquier músico o lo que sea va intentar hacerlo hasta donde pueda. Para mí es un disfrute: en principio y primordialmente lo hago porque me gusta. Es una manera que tengo de entender el mundo, una manera que tengo de expresarme, y me agrada la tarea. HOJA DE RUTA Ricardo Cohen nació en Buenos Aires, pero reside en La Plata desde hace muchos años. En 1964 ingresó a la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad de La Plata. En 1967 expuso por primera vez en Buenos Aires, en la galería Van Riel; presionado por la intervención puesta en Bellas Artes por la dictadura, organiza una deserción en masa para formar una institución paralela. Esto hace lugar a la creación de La Comunidad Autónoma de La Cofradía de La Flor Solar, de la que diseñó la identidad visual y la portada del LP. En 1973 regresa a la ya Facultad de Bellas Artes y egresa en 1975. En 1978 realizó las primeras ilustraciones y ambientaciones para promover las presentaciones de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota; a partir de ese momento diseña todas las portadas de sus discos, afiches, escenografías, videos y todo lo que atañe a su identidad visual. En 1984 entró en la facultad de Bellas Artes como docente en la enseñanza de Dibujo en las áreas de Diseño, Plástica y Cine de Animación. En 1996, junto a Juan Manuel Moreno y Silvio Reyes, funda el Estudio Cybergraph DCA, dedicándose al arte digital y al diseño animado. El grupo recibió el premio ACE al “Mejor diseño de portada para disco”, en 1997, por “Luzbelito”. Realizan, además, los diseños de portada para Miguel Cantilo, Estelares, Claudio Gabis, etc. También ha participado en muestras colectivas y ha recorrido el país con muestras individuales.

27 dic 2008

El Indio hizo que temblara la tierra

El ex líder de los Redonditos de Ricota volvió a La Plata, y la euforia de su público hizo que los saltos quedaran registrados en el sismógrafo. Ambas presentaciones fueron a estadio lleno, pero el movimiento del domingo se notó más. El fenómeno registra, al menos, un antecedente “En este film velado en blanca noche, el hijo tenaz de tu enemigo, el muy verdugo cena distinguido, una noche de cristal que se hace añicos...” (Fragmento de Ji ji ji) El Indio Solari volvió a encontrarse con su público y tal fue la euforia que el salto de esas 40 mil personas hizo temblar la tierra... Y no es una expresión metafórica, ya que el movimiento fue registrado por el sismógrafo que posee el Observatorio de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Sí, en efecto, el pogo más grande del mundo -que según la liturgia ricotera se desata con aquel himno editado en 1986 (Oktubre)- y varios de los otros temas, hicieron que la ciudad bailara tanto el sábado como el domingo, cuando se saltó un poquito más. Según se informó a Hoy desde la Estación Sismológica de aquella unidad académica, se registraron “vibraciones de origen artificial durante las noches del 20 y 21 de diciembre”. “Los registros indican que el 20 de diciembre, luego de las 22.22 se observó una señal fuerte y prolongada por alrededor de un minuto y pocas vibraciones más en esa hora”. Mientras que “el 21 de diciembre, segundos antes de las 22.06 hasta pasadas las 00.18, se observaron numerosas vibraciones; y hubo señales similares y repetidas segundos antes de las 23.13 hasta las 23.18”. A esa hora, el Indio descargaba una serie de temas de Patricio Rey y sus redonditos de Ricota, banda que nació aquí, en La Plata, y que lideró durante décadas. Rock para los dientes, Juguetes perdidos, Un ángel para tu soledad y Esa estrella era mi lujo (junto a Andrés Calamaro) fueron sólo algunos de los que alternó con los de su producción como solista. El departamento de Sismología e Información Meteorológica apuntó que los registros que se realizan en la estación platense, se hacen tanto en forma analógica (papel) como de manera digital. Los sensores del instrumental sismológico se encuentra en un subsuelo a 5 metros de profundidad. El recital de Solari y sus Fundamentalistas del Aire Acondicionado convocó a una multitud de fanáticos y generó varias quejas entre los vecinos del Estadio Unico, donde se realizaron ambos espectáculos.

22 dic 2008

RECITAL DEL INDIO SOLARI,LOS HIMNOS DE TU CORAZÓN

Un poderoso show en el estadio Ciudad de La Plata, con temas solistas y clásicos de los Redondos, hizo celebrar a 40 mil personas. Por: Juan Andrade El sístole-diástole de ese músculo invisible -elástico pero resistente- que se teje entre el Indio Solari y sus fieles seguidores hizo latir el sábado por la noche al Estadio Ciudad de La Plata. Mientras el cantante hacía pie en el material más reciente de su obra solista para articular un show de más de dos horas de duración, las bandas se relamían antes de escuchar los temas de Los Redondos en la voz de quien fuera su cara visible durante décadas. Frente a la insistencia del Sólo te pido que se vuelvan a juntar, el ex líder ricotero destiló paciencia y, por momentos, una actitud casi paternal. En la apertura, el rock tracción a sangre preparó los ánimos para lo que vendría a continuación. Fue con la sucesión de Pedía siempre temas en la radio, Ramas desnudas y Porco Rex, todos temas pertenecientes a su último trabajo. "Yo sé que hace calor, pero vamos a saltar un poquito", anunció Solari. Y más de 40 mil personas se encendieron con la primera tanda ricotera del recital: Me matan Limón!, Rock para el negro Atila y Divina TV Führer. Entonces hubo fiesta como en las viejas épocas, bengalas incluidas. Sobre el escenario, tres pantallas tipo plasma tamaño cancha de fútbol reproducían artilugios de psicodelia pop en clave digital. Un sistema de signos -chanchitos, chicas semi-desnudas y la cara del artista- que remitían al arte de tapa de Porco Rex. Pero el sonido no siempre estuvo a la altura de semejante despliegue de tecnología de punta aplicada sobre el imaginario rockero: en algunas ocasiones, las palabras que Solari le dedicaba al público resultaban poco menos que inaudibles. La doble pared construida por los guitarristas Baltasar Comotto y Gaspar Benegas llegaba a la médula de la canción cuando se trataba del repertorio solista. Pero la dinámica interna de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado cambiaba de manera casi imperceptible con los clásicos redondos: entonces los riffs y los punteos de guitarra eran, por decirlo de algún modo, respetuosos y se ubicaban en un segundo plano, para que se luciera la voz del calvo más popular de estos pagos. Vestido con una camisa naranja y con sus típicos anteojos negros, el Indio se movió por el escenario más como un crooner de la contracultura que como un arengador de masas profesional. Pabellón séptimo, To Beef or Not to Beef y El tesoro de los inocentes de su primer disco, y los más recientes Bebamos de las copas lindas, Y mientras tanto el sol se muere¿ y Flight 956 (muy festejado cuando llegó, sobre el final) instalaron un clima diferente, entre cálido e intimista, bastante más cerca de la emoción que del agite. Después de recibir a Andrés Calamaro con todos los honores (ver recuadro) y de completar el repaso del álbum Porco Rex, el Indio reservó para el tramo final varias piezas de artillería clásica de Los Redondos. Así pasaron Mariposa Pontiac, Un ángel para tu soledad y Juguetes perdidos. El público las cantó a voz pelada, como lo que verdaderamente significan para cada uno de ellos: son himnos de su corazón. Pero el clímax en plena medianoche platense se produjo con Jijiji y con el fenomenal pogo que hizo detonar. Vistas desde la platea, las cabezas saltarinas de los pobladores del campo estallaban como burbujas en la superficie de un mar sembrado de bombas pequeñitas. Clarín, 22/12/08

ANTE 40.000 PERSONAS EL INDIO SOLARI REVIVIÓ OTRA FIESTA RICOTERA

El punto alto del recital fue el dúo con Andrés Calamaro, otro ícono del rock local. Fue uno de los momentos más esperados de la noche de ayer. Cuando el Indio Solari invitó a su amigo Andrés Calamaro a subir al escenario, en el estadio Ciudad de la Plata se produjo una especie de estremecimiento colectivo. Y las 40 mil personas presentes se prepararon entonces para ser testigos de un encuentro que, dentro de algunos años, seguramente será recordado como una de las páginas más destacadas en la historia del rock argentino reciente. Dos de las voces más características de la música popular interpretaron a dúo "Veneno paciente", el mismo tema que habían grabado juntos en Porco Rex, el último disco de Solari. También hicieron una versión de "El Salmón", que el ex Redondos había registrado en aquel homenaje al rock local producido por Lito Vitale. Y completaron el mini-set con "Esa estrella era mi lujo", un clásico de Los Redondos. El público los acompañó haciendo coros y también con los celulares en alto. Antes y después, hubo fiesta ricotera en la ciudad de las diagonales, la misma que vio nacer el mito de Patricio Rey y la que marcó el debut del Indio en solitario allá por 2005. El tiempo transcurrido desde entonces, el crecimiento de su repertorio a partir de una nueva camada de canciones y los shows acumulados junto a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, le dan al cantante y a su troupe una notoria solidez en vivo. El cantante salió al ruedo con sus característicos anteojos negros. Lo secundaban Baltasar Comotto y Gaspar Benegas en guitarras, Marcelo Torres en bajo, Hernán Aramberri en batería, Alejo Von Der Pahlen en saxo y Ervin Stutz en trompeta. Entre los invitados que desfilaron durante la velada, también estuvieron Martín Carrizo en batería y percusión y Debora Dixon y Luciana Palacios en coros. Las que en otro tiempo se conocían como "huestes ricoteras" fueron llegando a las inmediaciones del estadio desde las primeras horas de la tarde, portando remeras y banderas identificatorias. Se trata de los fans que acompañan al pelado más famoso del rock local en su derrotero como solista. Este año la peregrinación de fieles había provocado congregaciones similares en Tandil, San Luis y Villa María. A lo largo de un recital cuya estructura se montó sobre el material de Porco Rex, el cantante y su banda también repasaron algunas canciones de su primer disco, El tesoro de los inocentes. Y el público celebró los temas más recientes, pero se encendió cuando llegó el turno de los himnos más conocidos de los Redonditos de Ricota. El clímax llego sobre el cierre, cuando miles de almas se agitaron y electrizaron en medio del pogo que desató "Jijiji". Fue el pico de intensidad de una noche cargada de emociones, que hoy tendrá su segunda parte. Clarín, 21/12/08

ANTE 40.000 PERSONAS

19 dic 2008

Entrevista a sergio dawi 1/3

Entrevista a sergio dawi 2/3

Entrevista a sergio dawi 3/3

Indio Solari: "Soy un tipo muy efectista"

El cantante, a poco de cumplir 60 años, cierra el año con dos conciertos en La Plata para presentar su disco Porco Rex; "me interesa el efecto en la música popular", dice Por Sebastián Ramos De la Redacción de LA NACION Es sabido que el Indio sólo cacarea cuando pone un huevo. O al menos así le gusta graficar a Solari el momento de sentarse frente a un grabador y hablar sin precondiciones acerca de su presente, su pasado y su futuro artístico, siempre dependiendo de la edición de un álbum o la realización de un concierto. Y el Indio, también es sabido, cacarea como ninguno. "Yo soy un tipo muy efectista; me interesa el efecto en la música popular. Por más que mis discos se siguen vendiendo mucho tiempo después de haberse editado, en realidad para mí es take the money and run to Venezuela ... Hacer el disco, producir cierto efecto y pasar a lo que sigue". Carlos Solari, el Indio en cuestión, cumplirá 60 años en los primeros días de 2009 y lo que sigue en su vida es... más música, más discos, más recitales. Mañana y pasado mañana llevará su espectáculo itinerante al estadio de La Plata, junto a una banda, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, que se consolida con el transcurso de los ensayos y los conciertos (tres en lo que va del año) y con Andrés Calamaro como invitado para acompañarlo en tres canciones. Después llegará el tiempo junto a la familia, el brindis de fin de año y, ya en enero, su cumpleaños de número redondo. Enseguida, una probable gira por España, la preproducción de un DVD en vivo y un show que quedó colgado de este año, en Salta. Ahora bien, para que no haya confusiones: si 2007 fue el año del regreso de Soda Stereo y 2008 el de Los Fabulosos Cadillacs, definitivamente 2009 no será el año de la vuelta de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. "Por el momento ni lo pienso. Con la ruptura de los Redondos se pintó una historia de diferencias en cuestiones estéticas, y en realidad lo que hubo fueron otros problemas sobre los cuales no voy a hablar." -¿No extrañás nada del grupo? -No. Mi intención más de una vez fue invitar a los chicos, no a todos, por supuesto, a subirse al escenario conmigo. Pero después pensé que podía tomarse como una cosa medio demagógica, de volver a traerme los músicos de los Redondos, y di un paso atrás. Ahora, probablemente el año próximo o en algún momento, voy a ver si los invito a participar del álbum nuevo o a tocar como invitados. Ahora que pasó el tiempo y está demostrado que no hay ninguna actitud demagógica mía, puedo invitar a Semilla, a Sergio o a Walter. -¿Y Skay y Poli? -No, mejor hablemos de otra cosa. Cortar y pegar. Esa ha sido la premisa ideológica-musical en la que se centró el Indio para sus dos primeros discos solistas tras el desarme de la banda más popular del rock de acá. Cortar y pegar y superponer y cambiar y volver a cortar y volver a pegar. Cortemos y peguemos entonces. El Indio Solari cacarea para LA NACION: Los Fundamentalistas. A mí lo que me gustó de este año fue lo que pasó con la banda, que está sonando de una manera increíble. El propósito que tuve al hacer el segundo álbum fue que no fuera tan atomizado, que tuviera una entraña de rocanrol, con guitarras, bajo y batería gobernando las grageas o los condimentos más digitales. Y los músicos están más contentos y más sueltos. He dejado de ser un personaje inabarcable para ellos, y eso hace todo más cómodo. He escuchado pocas bandas que suenen tan contundentes como ésta." Un vicio. "La creatividad es como un vicio, el hecho creativo es como una droga, es el lugar donde vos sentís tu expresividad y tu emotividad al máximo... Además, a medida que uno se da cuenta de que el tiempo futuro no es tanto, te ponés más ansioso. Parece que hubiera cosas que te las vas a perder de enunciar." Nuevo disco. "Me interesa esto de consolidar una banda, y para eso tenés que darles un rango importante a la guitarra, al bajo y a la batería. Momentáneamente el plan sigue siendo el mismo y las canciones nuevas van por ahí. Lo que más me entusiasma ahora es ese mix entre lo orgánico y lo digital, que creo que cada vez lo estoy haciendo mejor. En las maquetas veo que estoy eligiendo unos rocanroles, una cosa más stone, no tanto un rock de banda más americano, sino el groove más stone, más de Keith Richards, por llamarlo de alguna manera. Me han salido guitarras rítmicas parecidas, pero seguramente yo después las voy a arruinar con sonidos extraños." Charly y las drogas. "¿Qué puedo agregar sobre el hombre de la salud de hierro? En definitiva, deseo lo mismo que todo el mundo, que esté bien. Lo que no sé es el estado en el que él se siente bien. Si bien no creo en el artista existencial, en aquel que tiene una vida desesperada, que se pincha y se corta y se tira para crear algo, en lo personal no sé cuál es el estado ideal para una vida. Sobre todo en un país donde hay una teoría de la drogodependencia que pone el punto más en el objeto sustancia que en el sujeto persona. En definitiva, hay que ver cómo lo ayudan, porque acá hay una tradición del tratamiento de la drogodependencia con discriminaciones de tipo legales y policiales. Se cree que a la gente se le puede ordenar curarse y mezclan a todos en un mismo paquete." De emos y Photoshop. "A diferencia de la lírica de la cultura rock, que de alguna manera tiene que ver con mi vida y el mundo que me tocó vivir, el mundo que me toca hoy día, esto de los floggers y los emos, me es difícil de entender. El tema es que todavía tiene que ver con mi mundo y no renuncio a que ellos expliquen mejor el mundo que yo. Evidentemente hay algo que se me escapa, porque en ellos no están muy claras esas cosas que teníamos los jóvenes hasta hace poco: ideales. Estos chicos parece ser que no tienen muy en claro cuando les preguntan sobre eso. Pero al mismo tiempo ves que se depilan la cara, que se ponen base de maquillaje, y es imposible no ver en eso una relación con el Photoshop o con la digitalización, o con todo esto de que lo orgánico molesta, las operaciones de botox. Que los chicos de 15 años se depilen la cara sólo encuentra una explicación en que, de alguna manera, quieren parecerse a las imágenes digitales, al Photoshop y esas cosas. Aun así, los escucho y respeto mucho. No me gusta cuando los adultos se ríen de las modas de los jóvenes, porque también lo he sufrido." Para agendar Indio Solari y los Fundamentalistas del Aire Acondicionado presenta su último disco, Porco Rex. Estadio Ciudad de La Plata, 25 y 526. La Plata. Mañana y pasado mañana, a las 21.

14 dic 2008

Skay: "La música es un camino liberador"

Reflexivo al hablar y potente al tocar, como lo hará esta noche en Willie Dixon, Skay cree que la nostalgia ricotera es una forma de perderse el presente. (Foto: D. Neustadt) Así como alguna vez, hace mucho tiempo, el viejo Simms dijo que el Indio Solari es de esos tipos que te dan ganas de tener dignidad, Skay Beilinson es de esos que te dan ganas de pararte a pensar. De retraerse sobre uno mismo y esbozar una sonrisa. De esas que edifican amistades y al mismo tiempo te ponen contra la pared de una cultura refrita que le encanta generar anónimos consumidores. Al revés de este chabón que podría vivir tranquilamente del mito ricotero y se niega a rendirse ante la nostalgia. Por eso sigue imaginando riffs, esos que alguna vez nos hicieron redondos y que se renuevan constantemente. Los mismos que sonarán esta noche en Willie Dixon (Suipacha y Güemes) cuando, desde las 22, se presente con Los Seguidores de la diosa Kali para hacer sus tres discos solistas, presentar material del próximo —que saldrá el año que viene— y, claro, tocar algunos clásicos de Patricio Rey. —¿Se viene el disco nuevo? —Sí, estoy preparando un disco que lo sacaré seguramente a mediados del año que viene. Ya empecé la preproducción y ya tengo la mayoría de los temas bastante avanzados. Todo el día estoy jugando con la música y, cuando encuentro algo interesante, empieza el trabajo de componer. Cada tema me va guiando hacia dónde debo desarrollarlo. —¿Seguís en la dirección mística de los últimos discos? —Supongo que sí, no puedo ser muy exhaustivo con lo que hago. —Como en el último disco había aparecido toda esa cuestión bíblica de Caín y su estigma... —En realidad son disparadores para poder hablar un poco de lo que yo percibo de cómo es la realidad. Esta especie de cosa rara que somos la especie humana, una especie torturada y sufriente, capaz de ejercer las crueldades más grandes y que, al mismo tiempo, no deja de creer en la bondad y el amor. Todo eso es como el disparador de esta ecuación. —¿Creés que somos conscientes de eso? Porque convengamos que allí hay un componente masoca difícil de asumir. —Lo que pasa es que vivimos en una cultura que nos va embotando y aturdiendo. Una cultura tilinga que celebra las vanidades más grandes. Y en medio de todo ese ruido a veces cuesta encontrar. Pero cada tanto, cuando estamos sujetos a experiencias casi límites, aparecen las preguntas más profundas. —Sobre todo porque cuando vivís al palo no te parás a pensar. —En ese sentido creo que hay un acto de voluntad de poder hacerse un espacio donde puedan aparecer otro tipo de cosas, la creatividad, un espacio de libertad, un espacio para la experimentación. Si no te regalás ese tiempo, si no lo buscás, es muy difícil que lo encuentres en medio de este carnaval. —¿Seguís "craneando situaciones fastas para el espíritu"? —Sí, de alguna manera intento hacer cualquier cosa que haga que la experiencia de vivir valga realmente la pena. De eso se trata. —¿Y para vos se trata de tocar la guitarra? —Sin duda la música para mí es un camino liberador y de encuentro conmigo mismo. Y para poder acercarme al misterio. —Y que otras cosas te acercan al misterio, ¿leés mucho? —Soy de leer, pero en realidad varío mucho. Desde ficción a textos místicos, voy revolteando un poco por todos lados. —¿Sigue en tu espíritu la idea de la experiencia de vida colectiva que hace que uno piense más en los otros que en las cosas? —Ahá, sin duda. —¿Sos consciente que vos congregás a esos espíritus? —Creo que soy parte de un proceso donde no soy el único, somos varios que estamos trabajando en el mismo sentido. No estoy solo, somos un grupo y hay varios grupos de personas que están haciendo experiencias fastas. —Te gustó eso de tocar en todo el país, ¿reconocieron en esos viajes el gérmen de ese espíritu? —La experiencia de viajar es parte del vuelo que permite esto de hacer música. Este ha sido un año realmente muy interesante, hemos hecho recitales memorables, hemos viajado mucho por el interior, hemos hecho nuevos amigos y hemos tenido nuevos encuentros con viejos amigos. Y esto ha servido para afianzar en la banda un vínculo virtuoso. —¿Te jode la demanda continua de los pibes con eso de "solo te pido que se vuelvan a juntar"? —Me asombra cómo la gente se aferra al pasado y al aferrarse al pasado se pierde la oportunidad de vivir el presente. Lo veo como una especie de reclamo nostálgico, pero nadie cree que vuelva a suceder ese encuentro. Lo cantan como cantan un montón de cantos que están fuera del tiempo. —Como "que se muera Cerati" y toda esa huevada... —Exactamente. Ese tipo de cosas que son anacrónicas. Creo que lo cantan sin saber qué están diciendo. Es casi como una música con una letra que está fuera de moda. —Venís seguido a Rosario, ¿le encontrás algo que te gusta? —Rosario es una ciudad que me fascina. Es una ciudad que tiene muchos puntos en común con La Plata (de donde es originario). Hay una movida cultural muy interesante, hemos hecho muchos amigos ahí, te da gusto volver y tiene uno de los mejores lugares para hacer rock de la Argentina, que es el Dixon. Y donde además han pasado grandes músicos que han dejado su espíritu por ahí.

10 dic 2008

Documental redondo

Si te gusto,deja tu comentario de esta entrada,así me motivo y compartimos día a día el sentimiento redondo,abraso a toda la gente que visita este blog y gente ricotera gracias!!!