18 oct 2008

"GULP" CUMPLE 20 AÑOS 04/2005

EL INFIERNO SIGUE ESTANDO ENCANTADOR Hace dos décadas, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota debutaban con un disco que bien podía haber sido la meta de toda una carrera en el under, pero apenas si fue el comienzo. Así lo recuerda CLAUDIO KLEIMAN "Que lo parió", diría Mendieta, el ladero canino de Inodoro Pereyra. Se cumplen veinte años de la aparición de Gulp!, y este tipo de número redondo (ejem) mete un poco de miedo. Sobre todo en el que escribe, que se dispone a rememorar preguntándose cómo es posible que ya hayan pasado los veinte años en cuestión. Por si hay algún marciano leyendo esto, cabe recordar que esta onomatopéyica denominación corresponde al LP debut de un grupo surgido en La Plata con un nombre aún más extraño, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, grabado durante noviembre y diciembre de 1984 y aparecido durante los primeros meses de 1985, en una tirada limitada que sus propios integrantes llevaban personalmente a las pocas disquerías que aceptaban venderlo. Si algún otro no tan marciano -pero, quizás, muy joven-, se está preguntando qué quiero decir con eso de LP, hay que recordar que en esa época, la música venía envasada en unas piezas circulares de vinilo negro de unos treinta centímetros de diámetro llamadas long plays (en castellano, larga duración). Un nombre que a esta altura, teniendo en cuenta que albergaban unos veinte minutos por lado -sí, la música venía impresa de ambos lados, y había que darlos vuelta-, resulta poco menos que irónico, si pensamos en la duración de un CD, que es aproximadamente el doble; y ni hablar de los archivos MP3. La cuestión resulta todavía más sorprendente al recordar que los Redondos ya llevaban diez años como grupo (aunque con una formación con permanentes cambios), cuando llegaron por primera vez al disco. Una situación casi impensable hoy en día, en que no esextraño que una banda tenga material grabado aún antes de presentarse por primera vez en vivo. Pero los Redondos se tomaron su tiempo. Habían tenido oportunidad de conocer -y rechazar- los ofrecimientos de algunos productores top del momento, como Oscar López, e incluso de ingresar por primera vez a un estudio de grabación para realizar un demo con miras a una posible edición por parte de un incipiente sello independiente. Ese proyecto, dirigido por Marcelo Morano y Fernando Basabru, se proponía capitalizar buena parte del talento que brillaba en los pubs durante aquella época de fines de la dictadura y primeros años de la democracia, y aún no habían sido firmados por ninguna grabadora de las grandes. Entre ellos, Miguel Abuelo (cuyo álbum solista quedó postergado por el éxito de los Abuelos de la Nada) y el Fontova Trío, que llegó a editar su álbum debut -donde participaba Skay como invitado-, en ese sello, llamado Discos Kryptonita, que tuvo vida fugaz. Los Redondos registraron cinco temas en los ya desaparecidos estudios RCA, que tuvieron cierta difusión radial, especialmente en FMR -la FM de Radio Rivadavia-, cuyo director era el propio Marcelo Morano. Las canciones que hasta hoy no han tenido edición oficial, aunque fueron extensamente pirateadas-, eran Nene, nena, Mariposa pontiac, Un tal Brigitte Bardot, Pura suerte y Superlógico. Pero al Indio, Skay y Poli tampoco les convencían las condiciones propuestas, que implicaban entre otras cosas atarse a un contrato de varios años, y maduraron una decisión con pocos precedentes dentro del rock. Editarlo ellos mismos en producción independiente, con dinero proveniente de un pozo que iban separando de los ingresos provenientes de sus numerosas actuaciones en pubs. Justamente, para saber cómo era ese asunto de editar un disco, recurrieron a los consejos de la gente de MÍA (una agrupación que contaba en sus filas a Lito y Liliana Vitale, Alberto Muñoz y Juan Del Barrio, entre otros), quienes no sólo editaban sus discos en forma independiente, sino que tenían su propio estudio de grabación, Tubal. Hacia allí fueron los Redondos a registrar lo que sería su primer disco, con Lito Vitale en el doble papel de técnico de grabación y tecladista invitado. La formación del grupo se había estabilizado durante 1984, con el ingreso de Tito "Fargo" D'Aviero -que provenía de la Hurlingham Reggae Band, el grupo paralelo de Luca Prodan-, en guitarra (reemplazando a Rodolfo Gorosito), Willy Crook en saxo (que reemplazó al "Gonzo" Palacios, muy absorbido por sus obligaciones con Los Twist, en esa época en pleno apogeo), y "Piojo" Ábalos en batería (reemplazando a Alejandro Pensa), que se sumaron a "Semilla" Bucciarelli en bajo (que había ingresado el año anterior), y por supuesto, Skay Beilinson en guitarra y el Indio Solari en voz. Los invitados, además de Vitale, fueron Palacios en saxo -que se sumó a Crook para armar la sección de vientos- y un coro femenino integrado por "Laura, Claudia y María". Ellas eran Laura Hutton, la mujer de Gorosito, que también había integrado el grupo durante un breve período; Claudia Puyó, con quien recorrían el mismo circuito de pubs, y María Calzada, la mujer de Pipo Lernoud, director de Expreso Imaginario, la primera publicación que albergó a los Redondos en sus páginas. También aparecía Poly con el crédito de "ingeniería psíquica", frase que se utilizó para definir su rol durante aquellos años. La tapa fue realizada por Rocambole, artista que ya en esa época era casi una leyenda en La Plata, por haber sido el factótum de La Cofradía De La Flor Solar. Él y su equipo de trabajo armaron artesanalmente una por una las tapas de esa tirada inicial. "Pasamos un rodillo con tinta de grabado y aplicamos serigrafia con las letras en plasticola de color", explicaba con respecto a la técnica utilizada. La lámina interna (que no fue reproducida cuando el disco se reeditó en CD), incluía una nota del COMFER dirigida al director de una emisora de radio, comunicándole "la prohibición para los medios de radiodifusión del cantable titulado Criminal Mambo", explicando que "la letra de dicha pieza musical es de contenido grosero y burdo, además de su carencia de creatividad y sentido artístico, utilizando la obscenidad y el mal gusto como medio de entretener al público". Una buena muestra de la incesante creatividad de la dupla Beilinson-Solari, compositores de la totalidad de los temas, es que del repertorio incluido sólo había una canción, Superlógico, de las cinco que habían grabado en el demo inicial (en una versión diferente, ya que en el demo los coros correspondían a las Bay Biscuits, un grupo femenino donde participaban Viviana Tellas, Fabiana Cantilo e Isabel de Sebastián). Además, durante aquellos años que precedieron al disco, los Redondos dejaron atrás varios repertorios, la mayoría de cuyas canciones permanecen aún inéditas. El que finalmente llegó a su disco debut, era un repertorio fogueado en innumerables actuaciones en pubs como La Esquina Del Sol, Stud Free Pub, El Depósito, Látex, cuando el show comenzó a centrarse más en lo musical y el grupo -con su formación estabilizada y shows prácticamente todos los fines de semana-, se convirtió en una aceitada máquina de rockear. De los once temas incluidos, prácticamente todos han pasado a convertirse en verdaderos clásicos, y durante años, la aparición en concierto de cualquiera de ellos provocaba el delirio dentro del público ricotero. Hay uno especialmente, La bestia pop, que además de constituirse en el primer hit redondo y un auténtico himno, también inauguraría una visión sin precedentes en nuestro rock. Propulsado por un ritmo de ska en las estrofas, que se abría para dar paso en el estribillo al inolvidable "a brillar mi amor", y una melodía con cierto tinte oriental (otra característica indeleble de la música redonda) llevada por el saxo -que más adelante se convertiría en coro de estadios-, La bestia se atrevía a cuestionar el rock desde adentro, a la vez que celebrar sus glorías. La mirada era a la vez crítica y épica, una llamada de advertencia y una arenga fiestera. En realidad, esa visión ambivalente sobre el rock y su mundo ya había sido inaugurada en Nene, nena, que imaginaba una vieja estrella de rock a quien ya no le importaban sus ideales en aras de cobrar su "jubilación". Gulp! sería el inicio de una discografía impecable, que luce como un diamante solitario en la historia del rock local (y con pocos paralelos incluso en el ámbito internacional). Diez álbumes publicados en quince años (el último sería Momo sampler, en 2000) que marcan una línea evolutiva sin concesiones a través de la colaboración artística entre el Indio y Skay. Ni álbums en vivo, ni disco de covers, ni acústico de MTV, ni recopilaciones de éxitos para liquidar un contrato discográfico. Sólo jamón del medio. Nuevos álbums con nuevas canciones, siempre distintas, siempre vibrando al compás del pulso de los tiempos. Nos acostumbraron a esperar cada nuevo disco con ansiedad, deseosos de destapar esa caja de sorpresas que siempre sorprendía, comenzando desde el arte y siguiendo con cada una de sus ocurrencias líricas y musicales, que tratábamos de desentrañar como mensajes en clave, con noticias de este mundo y otros posibles. Probablemente esa sea una de las razones por las que, veinte años después, seguimos hablando de Gulp! . GULP! EXPLICADO Para hablar del disco, la mejor conmemoración de este vigésimo aniversario de Gulp! es la palabra de los propios protagonistas, especialmente teniendo en cuenta que, en años posteriores, el Indio se negaría a entrar en detalle sobre el contenido de sus canciones. Sin embargo, cuando a mediados de 1985 me reuní con el Indio, Skay y Poli para realizar una nota para la revista Cantarock, Solari inicialmente se resistió a analizar sus temas, pero terminó accediendo. Esto es lo que decía el Indio de aquel histórico primer á lbum: "El disco es consecuencia de tocar. Cuando empezamos a tener continuidad, separábamos un poco de cada actuación para un pozo que destinábamos a la grabación. La grabación la encaramos en forma independiente porque era la manera en que nos sentíamos más cómodos, y además todas las decisiones las manejamos nosotros. El disco anduvo muy bien, se agotó la tirada inicial, aunque tuvo muy poca promoción y se vende sólo en algunas disquerías. Y si bien no queremos dar una fórmula, es bueno saber que un grupo que puede venderle su disco a mil personas, ya está en condiciones de hacerlo. La elección de los temas no fue fácil, había muchísimo material. Mucha gente nos pedía el poutpurrí con los temas viejos, pero algunos de ellos ya los grabamos en un demo que fue bastante escuchado por radio. No me gusta explicar los temas, porque me fascina la lectura que hace el que lo recibe, en la recreación está el verdadero juego de todo esto. Lo que trato de hacer es que a la gente le llegue la posibilidad de recrear sensiblemente elementos poéticos que sean descriptivos de sensaciones -aún de ficción- posibles para su propia inquietud. Barbazul versus el amor letal: Es un mundo donde hay una especie de pugna entre unas mujeres actualizadísimas -con pezones radioactivos- y un dios prisión, feliz prisión. Es como que aparece la gloria de lo femenino: "sonrisas pillas, manzanas firmes". Podría ser una continuación de Superlógico, que es quizás más clara. Y también habla del límite de esa gloria, ya cuando "viejas feas como monos" manejan todo. Pero es importante decir que las canciones son pura forma -que es la música- y casi pura forma -que es la poesía-, aunque en última instancia la poesía inevitablemente dice algo, pero eso recién se completa en el caso mío, que soy también cantante con una gestualidad, que muchas veces le agrega un rasgo de ironía. Si a una frase que parece medio fascistoide le agregas un ademán medio homosexual, cambia la cosa. Ñam fi frufi fali fru-. Es más clara, habla de una relación donde la señora bebe de más, y le dice cosas. En vez de decirle papito, le dice nene sifón. Casualmente ese tipo de letras van con los rocanroles, que están asociados a cosas más directas de vida, notan de ficción. La bestia pop: Es como una joda a nosotros mismos, y al medio, pero no hay una ironía malsana, es simplemente un chiste. Y de acuerdo a como venga la noche, uno puede estar incitando a "brillar, mi amor", o eso mismo se transforma en algo irónico. Roto y mal parado: Tiene poca letra. Son frasecitas, y es la música lo que da el clima. Fierre el vitricida: Es una anécdota, aunque Pierre asegura que no rompió el vidrio. Pero más que nada, el gordo Pierre es uno de los personajes del rock en Argentina, que merecía estar en un twist. Se ha ganado un espacio, es un productor que ha estado desde los comienzos del rock, y aún sigue riendo, y tosiendo. Y de tanto en tanto, la gente sospecha que rompe algún vidrio. Unos pocos peligros sensatos: Se llamaba Golpe de suerte, pero lo tuvimos que cambiar porque Moris tenía un tema con ese nombre. Golpe de suerte es un deseo, una cosa con la que muchas veces queremos coronar todo esto, un buen deseo. Y cuando la gente lo grita, están aceptando ese deseo, y a la vez devolviéndoselo a uno. Yo no me caí del cielo: Está claro. Hay muy pocos en el rock que se han caído del cielo, pero también hay muy pocos que lo aceptan. El rock ha sido muy ambicioso, pero eso se confunde a veces con lo pretencioso. Parece ser una justificación de un tipo, un cantante de rock, que le está cantando a una chica que quiere, y le dice que a pesar de que "hay mucho olor a gato", él no se cayó del cielo, no es quién para enjuiciar esa situación. Si me seguís queriendo, no está todo tan mal. Te voy a atornillar: Habla de esa necesidad -esa pulsión- de hacerle cosas al objeto querido. "Te quiero mucho", "te espumo mucho", "te asfixio mucho", est á todo mezclado, hay un amor que es tan dañino como hermoso, y todo es exultante. Hay alguien que te dice que "te quisiera saltar", y te va "a herir un poquito más", o que "te asfixia mucho" pero "te quiero mucho". Pero no es un reclamo, ni es agresiva, sino que hay una comprensión del amor que involucra todo esto con comodidad, con naturalidad. El amor, o la pasión, o la muerte, son así , involucran todo eso junto y debemos aceptar que es así para poder disfrutarlo. El infierno está encantador: Está dedicado a la gente. La frase pivot, que resume todo lo demás, es: "voy a salvarte esta noche". Nada de papos, ninguna historia, esta noche yo te como el dolor, no sé cómo voy a hacer para quererte pero esta noche tu dolor va a desaparecer porque te quiero mucho, a tal punto de que este infierno en el que estamos viviendo está encantador, porque las cosas son así. Criminal mambo: Es un grito, al í no entra más nada. La letra está en comunión con la música, sólo repite "es un criminal mambo", que empieza susurrando y termina con un coro casi operístico. Inclusive hay una parte que es un seudo-italiano, y la gente responde mucho frente a una frase que dice algo como "sólo copio la mía lezione", y ese es un ejemplo de cómo una canción se modifica en el contacto con quienes la escuchan. Yo la enfatizo de una manera diferente al ver cómo eso resuena en la gente, ellos parecen entender que si todo es un criminal mambo, sólo copio mi propia lección, o sea, me abastezco de mis propias verdades, hago la mía.

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